La creatividad del hombre es sublime. Cada día nos sorprendemos por los nuevos descubrimientos y las nuevas creaciones tecnológicas. Cada día, nuestra vida se vuelve más fácil, nuestras oportunidades se potencian y nos relacionamos de distinta manera con el mundo. Sí, el hombre es un animal maravilloso que avanza en su creación. Sin embargo, digo que su creatividad es sublime porque no siempre nos enfrenta con una grandeza maravillosa, muchas veces su poder de creación nos muestra un lado oscuro: el hombre no siempre es consciente de los alcances de sus creaciones.  

Hace dos años, el 22 de abril del 2010, nuestro Golfo de México se había tornado de color negro. Tras la explosión de la plataforma petrolera Deepwater Horizon, un pozo de la empresa British Petroleum tuvo una fuga que expulsaba más o menos 5 mil barriles de petróleo diario, esto es, alrededor de 800 mil litros. Un accidente de esta magnitud causó un daño terrible en la flora y fauna de la zona: aves que se negaban a entrar al mar por comida, pescados envenenados, son sólo algunas de las fatídicas consecuencias. Esta mancha de petróleo llegó a alcanzar el tamaño de Jamaica. El alcance de este desastre no sólo fue ecológico, sino económico ya que la industria pesquera se vio fuertemente afectada. Para detener la catástrofe, se  tuvo que hacer una enorme inversión: barreras para detener el avance del petróleo, embarcaciones que lo recuperen y limpien la zona, líquido que lo disperse.

No podemos detener el impulso creador del hombre, pero tenemos que poner en marcha una actitud crítica hacia él. Tenemos la capacidad de proyectar, por medio de la imaginación, las posibilidades que se siguen de nuestras acciones. Las decisiones que tomemos con respecto a las aplicaciones tecnológicas del día a día tienen que ser producto de dicha concientización. No podemos llenar nuestro mundo de marea negra por simple descuido, y mucho menos, por irresponsabilidad.

¿Cómo empiezan los incendios forestales? Muchas veces hemos escuchado en las noticias que hubo un incendio en alguna zona forestal de país. Si son incendios en zonas “deshabitadas”, ¿entonces por qué suceden? 

Si bien la sequía es un elemento indispensable para encender la chispa en estos casos, también el hombre juega un papel importante en ellos. Además de que el hombre ha contribuido al calentamiento global y al adelgazamiento de la capa de ozono (debido a que contamina) en ocasiones provoca directamente estos incendios. ¿Cómo? Fumando en áreas verdes o en reservas naturales; dejando las fogatas encendidas o no teniendo el cuidado de que éstas queden totalmente apagadas. En el caso de ser campesinos o agricultores, se les pide revisar que en los predios no se acumulen ramas o maleza seca, ni cartón, papel o basura porque en ese caso funcionan como combustible y promueven que el fuego se propague.  Lo mismo, si se van a realizar quemas, deben hacerse muy temprano cuando no hay viento ni hace tanto calor.

Por lo tanto, evitar los incendios forestales es posible. Sobre todo si tenemos extremo cuidado cuando estamos en áreas naturales y manteniéndonos comunicados en caso de que hallemos alguno.

Durante toda su existencia, el ser humano ha desarrollado la habilidad de transformar lo que hay en su entorno, creando herramientas que faciliten sus tareas, hagan más sencillo su trabajo y mejoren su modo y calidad de vida, innovando en soluciones cada vez mas prácticas y con muchos mejores beneficios, pero en demasiadas ocasiones no logramos dimensionar las consecuencias a futuro de nuestros actos, teniendo resultados devastadores, que quizá no vemos en el momento, pero que eventualmente se hacen presentes en nuestra realidad. Muchas veces caemos en la trampa al ver que los recursos son bastos y creemos falsamente que no tendrán fin, no entendiendo la armonía que hay en el ambiente, sin preocuparnos por su perpetuación y su cuidado. 

Ejemplos a pequeña escala de esta manera de actuar son: dejar la llave del agua abierta y así dejarla correr, tener encendida una luz o algún aparato eléctrico sin estarla usando ó desperdiciar y tirar la comida. Son situaciones clásicas que en ocasiones nos toca vivir u observar, pero llevado a proporciones mayores tenemos casos como deforestación, la tala inmoderada de los bosques y las selvas, que no es un evento aislado, debido a que todo está relacionado.

Con la tala de árboles, muchas especies de animales se han visto afectadas ya que su ambiente ha sido destruido lentamente (sin contar las especies que han desaparecido debido a la caza) causando que la tierra ya no sea fértil, lo que también ha provocado que lugares donde hay afluencias de agua, los ríos salgan de cause y destruyan parte del lugar, ocasionando la destrucción del ecosistema. Sin contar que los árboles son los que limpian el CO2 (un gas invernadero).

Es una muestra de que lo que hacemos no es tan sencillo o simple, y que estamos llegando a un punto crítico en el cual, parece que la solución es compleja y el tiempo se nos acaba, pero es ahora cuando debemos empezar a actuar correctamente