Identidad Nacional

El individuo y la nación son dos aspectos del mismo fenómeno, como bien aseveró Freud: “… En la vida anímica individual, aparece integrado siempre, efectivamente, <<<el otro>>>,… y de este modo, la psicología individual es al mismo tiempo y desde un principio, psicología social en un sentido amplio,…”

Como seres humanos tenemos el carácter, el que se está forjando y nunca se deja de forjar por la siempre relación con la sociedad siendo este el más vasto. Y el temperamento, representa la combinación de genes heredados por parte de la madre y del padre. Gracias al carácter combinado con el coctel de genes que tenemos, se han llevado a cabo las acciones que permitieron tener el mundo como hoy en día. 

La identidad nacional por mas que sea natural si así puedo expresarlo, también es un tema difícil psicológicamente por la necesidad del ser humano como un ente inigualable y con deseos reprimidos ante una sociedad que ve un grupo homogéneo y este querer salir de los convencionalismos, o en el peor de los casos no ser aceptado.

La identidad nacional vista desde la perspectiva histórica

 Me gustaría ejemplificarla con México y los sucesos que nos han permitido sentirnos mexicanos, basándome en ciertos capítulos del libro “La colonización de lo imaginario” de Serge Gruzinski y otras recopilaciones.

Nuestra identidad como mexicanos, no es una identidad pura pensándola como una identidad evolutiva sin ningún tipo de influencia exterior, suponiendo hipotéticamente que esto fuese posible, al no ser así por la colonización de los españoles ocurrió una fractura a todos nuestros conceptos, costumbres, lenguajes, idiosincrasias, etc. Al un grupo de personas viéndose influenciadas por un agente externo, se ven en un punto crítico en el que la mente se ve en un colapso decisivo y discriminatorio para elementos que se incluirán en el constructo que ya está establecido, las que se reemplazarán y las que por completo se verán abandonadas.

 Todo esto por mas que haya llevado un proceso en el cual hubo una combinación de culturas, sobre todo para nosotros una imposición, se crea un golpe para los indios que habitaban nuestro país, viendo y viviendo un mundo diferente pues no puedo hacer una comparación al decir “más desarrollado” (nos cuestionaríamos, ¿en qué?) y aprehendiendo por curiosidad u obligación una vida nueva y digo vida pues no solo fue el lenguaje y costumbres típicas de España las que nos implementaron, sino hasta sus nombres tuvieron que cambiar, la identidad nacional del indio prehispánico se vio lastimada, rota y cambiada drásticamente sin un previo aviso, fue repentino.

Al haber vivido una cristianización que al parecer a algunos habitantes les pareció con el paso del tiempo algo pasable y decidieron aliarse al movimiento de la inculcación de la fe, se puede ver que la pérdida de la identidad para algunos fue un trauma no tan visible y siguieron con su vida hasta el punto de no saber quienes eran, al ser una mezcolanza que seguía la frase “parado en terreno de nepantla” [2] por el otro lado hubo testimonios de otros habitantes que sí sufrieron la pérdida un poco más, el trauma y la decepción de tener que abandonar su identidad, hasta en algunos casos no dejarse colonizar y seguir sus prácticas mal vistas por los invasores, pero siendo todo a escondidas.

Con el paso de los siglos, hoy en día se da a notar mediante este muy resumido argumento, que somos un pueblo colonizado hasta el día de la independencia de México, pero aún con ésta se ve como tal, que sí tenemos una identidad nacional que no solo se basa en estereotipos del mexicano visto por el extranjero, como una deidad (la virgen de Guadalupe) la cual caracteriza a nuestro pueblo y es una figura española con toques prehispánicos casi híbridos, que no solo bebemos tequila, mas bien que somos un pueblo de lucha, un pueblo con un aprendizaje envidiable, lleno de diversidad, figuras internacionales y que hoy en día afortunadamente contamos con regiones del país que sí siguen practicando su cultura como hasta antes de la colonización.

 

A la vez somos un pueblo temeroso por lo vivido a reconocer lo dicho anteriormente, muchas veces mintiendo al decir que no tenemos cultura propia, que nos la han prohibido y al comentar que no se siente mexicano pues ya no existe el “mexicano original” y muchos comentarios similares. Requerimos de un ejercicio de conciencia al cuestionarnos qué es lo que somos, cómo nos sentimos y mediante nuestro pasado, ¿Qué aprendimos, absorbimos? y del resultado ¿qué surgió?

 

 

 



[1] Freud, Sigmund, “Psicología de las masas y análisis del yo (PMAY)”, Obras completas, México, Ediciones Nueva Hélade, 1995. Versión electrónica hipertextual multimedia, Freud Total 1.0.

[2]  Frase típica entre los habitantes de la época prehispánica al dar a entender, el no pertenecer ni a los prehispánicos ni a los españoles, no estaban ni aquí ni allá.

 

 

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